La princesa que llevamos dentro

Érase una vez, en un lejano país ……De pequeña en casa no se contaban cuentos, pero rápidamente nos aficionamos a la lectura. Hoy por hoy, me pregunto si aquellas fantásticas historias, objeto de ávidas lecturas, no tuvieron mayor repercusión de lo previsto. O quizá el daño vino de la mano de Hollywood, creador de deslumbrantes mundos habitados por increíbles mujeres rebosantes de elegancia y distinción.

Soñábamos con ser como ellas y cualquier noticia sobre su vida cotidiana o tropiezos sentimentales, eran recibidas con curiosidad y cierta complacencia por el punto de humanidad que les confería. Entre tanta divinidad surgieron las top models, modernas herederas de la belleza y la veneración que no del glamour cinematográfico. Un marcado carácter popular, en su inmensa mayoría habían sido descubiertas en supermercados, Mcdonalds o en la misma calle, les investía de una tentadora cercanía.

El mundo en general, el femenino en particular, comenzó a copiar su forma de vestir, coordinar complementos y hasta el corte de pelo. El fenómeno «tendencia» estaba servido. Desde entonces han irrumpido nuevos nombres, se ha producido un relevo generacional y la aparición de una tribu que hace de su estilo y gusto una doctrina a imitar por miles, millones de seguidoras. Algunas son profesionales en diferentes campos o poseen ciertas habilidades pero otras no tienen otro objetivo en la vida que asistir a fiestas y demás acontecimientos sociales rodeadas de notables amigas, parejas de renombre o en su defecto titulares de saneadas cuentas corrientes. Todas tienen un punto en común, su estilo ha traspasado fronteras y son admiradas/envidiadas por un amplio sector de mortales.

Foto: Rebeca de Soignie

Foto: Rebeca de Soignie

Dentro de este grupo encajan las egobloggers, jóvenes féminas de muy diversa procedencia que han hecho de esta herramienta una ventana donde personalmente muestran e incluso crean las principales tendencias del momento. Unas recurren a asequibles propuestas, las menos, otras han ido subiendo peldaños hasta acceder al mundo del lujo solo apto para minoritarios bolsillos. Su capacidad de convocatoria y contactos, les brinda un lugar en el reino de los sueños de la inmensa mayoría. Erigiéndose, día a día, en iconos del momento por obra y gracia de la red.

Tal vez todo se reduzca al profundo deseo de destacar entre la generalidad, de sobresalir del insulso anonimato, accediendo al mundo de lo exclusivo donde codearse con los elegidos y pisar, aunque solo sea de visita, el Olimpo de las divinidades mortales. Deseamos convertirnos en princesas de pequeños reinos donde brillar y encontrar al príncipe de nuestros sueños fashionistas.

El libro presa del olvido

Desde el umbral de la biblioteca, la estancia imponía por dimensiones, presencia pero también por ausencia. Interminables estanterías de madera ennegrecida por el tiempo y quién sabe si por la indiferencia, aparecían vacías salvo algún olvidado ejemplar, de triste figura y aire altivo. Superviviente de mejores épocas, promesa de futuros momentos de ensoñación, resultaba imposible resistirse a su llamada, ignorar el agonizante mensaje de su existencia.

Foto: Mercedes De Soignie

Foto: Mercedes De Soignie

«No recuerdo la última vez que unas manos me acariciaron con deleite, que alguien se tomó el tiempo necesario para conocerme tal cómo soy, escudriñando en mi hasta no haber secretos. Apenas puedo recordar cómo se entregan los corazones cuando son incapaces de dominar el ansia por saber, descubrir, disfrutar. Sin prisas, con pausas.

Echo de menos las citas clandestinas, a media luz, donde el tiempo vuela al unísono con el espíritu. Cuerpo y alma unidos, indiferentes a cuanto acontece alrededor, inmersos en un mundo solo para dos. A veces soñado, no siempre comprendido pero aún así, compartido.

Necesito el entusiasmo ajeno, la pasión provocada a fuerza de llegar al corazón, el deleite de la posesión, la comunicación a través del tacto, la vista y el olfato. Añoro las relaciones que invitan a perderse desde el principio hasta el fin, porque toda historia tarde o temprano debe terminar. Así ha sido y siempre será.

Cuántos secretos desvelados, diálogos donde los sentimientos hablan en primera persona, venturas y desventuras de fieles compañeros en el camino de la imaginación. Pequeños tesoros protegidos por un silencio lleno de palabras cuidadosamente elegidas por quien siempre vivirá en mi. Aquel capaz de entregarse sin temor a la incomprensión o indiferencia, maestro a la hora de mostrarme sin reservas ni dobleces, como un libro abierto.

Luego llegó el abandono paulatino, pensé poder superar la soledad impuesta por las ausencias. La vida me había enseñado cuanto podía conseguir, hasta dónde llegar, qué esperar. Confié en sobrevivir pero la realidad exenta de sentimientos, de relaciones personales carece de sentido, solo conduce al olvido. Triste palabra entendida a fuerza de ignorancia y desidia.

Aquí me tienen, testigo impasible de idas y venidas, ajeno al fin de mi existencia. El tiempo ha ido borrando mi esencia hasta quedarme en blanco. Siempre me gusto como me sienta el negro».

Acariciando los bordes de aquel olvidado ejemplar se dirigió, lentamente, a uno de los regios sillones que amueblaban la estancia para perderse en su interior, dispuesta  a dejarse llevar por la magia de la escritura más allá del mundanal ruido.

En breve con ……………. Paul Auster

«Estaba ausente incluso estando presente».

«El que confía en imbéciles, termina comportándose como un imbécil».

«Lo real siempre va más allá de lo que podamos imaginar».

«La verdadera vida tiene lugar en nuestro interior».

«Cada hombre contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quienes somos».auster

«Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas»

«Un hombre debe vivir el presente y ¿qué importa quién eras la semana pasada, si sabes quién eres hoy?»

«El fútbol es un milagro que le permitió a Europa odiarse sin destruirse».

«Hablar verdaderamente con alguien es abrazarlo, y en cuanto cruzamos las primeras palabras tuve la sensación de que habíamos empezado a hacer el amor»-

La memoria del papel (II)

No recuerdo la última vez que unas manos me acariciaron con deleite, que alguien se tomó el tiempo necesario para conocerme tal cómo soy, escudriñando hasta no haber secretos. Apenas puedo recordar cómo se entregan los corazones cuando son incapaces de dominar el ansia por saber, descubrir, disfrutar. Sin prisa, con pausas.

Echo de menos las citas clandestinas, a media luz, donde el tiempo vuela al unísono con el espíritu. Cuerpo y alma unidos, indiferentes a cuanto acontece alrededor, inmersos en un mundo solo para dos, a veces soñado, no siempre comprendido pero aún así, compartido.

Necesito el entusiasmo ajeno, la pasión provocada a golpe de llegar al corazón, el deleite de la posesión, hablar a través del tacto, la vista y el olfato. Añoro las relaciones donde uno se pierde desde el principio hasta el fin, porque toda historia tarde o temprano termina. Así ha sido y será siempre.

Cuántos secretos desvelados, diálogos donde el corazón habla en primera persona, retratos de compañeros en el camino. Pequeños tesoros protegidos por un silencio lleno de palabras cuidadosamente elegidas por quien vivirá en mi mientras exista. Alguien capaz de entregarse sin temor a la incomprensión o indiferencia, que me enseñó a mostrarme sin reservas ni dobleces, como un libro abierto.

Luego llegó el abandono paulatino, pensé vivir en soledad rodeado de ausencias. La vida me había enseñado cuanto podía conseguir, hasta dónde llegar, qué esperar. Creí poder sobrevivir pero la realidad exenta de sentimientos, de relaciones personales carece de sentido, solo conduce al olvido. Triste palabra entendida a fuerza de ignorancia y desidia.

Aquí me tienen, testigo impasible de idas y venidas, ajeno al fin de mi existencia. El tiempo ha ido borrando mi esencia hasta quedarme en blanco. Siempre me gusto como me sentaba el negro.

Fotos: Mercedes De Soignie

Fotos: Mercedes De Soignie

Entre gustos y pasiones

Prefiero …..

Escribir un post a los trabajos caseros
Un libro a las conversaciones de parque
Comprar sola a las quedadas para ir de tiendas
Una gran velada a una buena cara
La elegancia de la camisa blanca y el vestido negro
El espontaneo ahora al planificado mañana
La silla del cine al sofá de casa.
El imprevisible directo al esmerado enlatado

Descubrí …

El encanto de las noches de chicas
La sabiduría de sobrevivir
La naturalidad de la elegancia
El poder de la risa y el desahogo del llanto
La sorpresa de lo desconocido, lo irreverente de lo improbable
El mundo del Martini desde la perspectiva de la aceituna
Que la necesidad de afecto es proporcional a la capacidad de darlo

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