El relativo aquí y ahora

En el atardecer de un día cualquiera, compartiendo risas y conversación con los más pequeños, resuena en el recuerdo la melodía de aquellos personajes que hace siglos anunciaban, sin posibilidad de excusa alguna, la obligación de irse a la cama que no a dormir. Gracias a la tecnología rescata de la nube imágenes de la infancia que hablan de un pasado tan lejano que podría ser ajeno. Es imposible sentirse tan joven acumulando tantos recuerdos.

Si entonces parecían simpáticos, hoy resultan entrañables y verlos provoca una unánime sonrisa, incluso en ellos, incapaces de entender la autoridad que en otra vida tuvieron esos infantiles personajes aún hoy indiferentes al paso del tiempo.

Sin darse cuenta se entrega al placer de llenar la mente de todo, de nada. Deja volar la imaginación, divagar los pensamientos, saltando de una cosa a otra como quien salta charcos, mojándose en unos, pasando sin más en otros, recuperando mágicos momentos guardados con fervor, eligiendo la banda sonora según la ocasión mientras contempla sin ver el transitar de las nubes .

No fue fácil aprender a vivir con una misma pero finalmente lo había conseguido. El resultado había compensado los pesares y sinsabores necesarios hasta llegar a valorar la soledad que, paradógicamente, le permitió hacer lo propio con la compañía, una vez rotas ataduras y dependencias fruto del miedo. La soledad bien entendida le hizo libre para compartir .

El sonido de la animada charla la saca de su ensimismamiento, el regreso a la realidad le enfrenta al correr de la vida, ajeno a paradas sentimentales o fantasiosos sueños. Los chicos representan al imparable mundo circundante, hoy aquí y mañana allí. Y aunque en principio la idea podría resultar perturbadora, tan solo evidencia el propio devenir.

Hoy aquí y mañana ………….. Siente como se forma un nudo en el estómago mientras les escucha con el corazón y los siente a través de la emoción. Tal en vez hubo un ayer en el que fueron otros los observadores y ella la observada, al fin y al cabo nada nuevo hay bajo el sol pero este es su momento y no lo dejará escapar. Es más, lo atrapará para siempre, compartiéndolo para evitar sus dudas en un futuro más próximo de lo esperado. Ese día como espectadores sabrán a ciencia cierta de su protagonismo.

¡¡Hoy aquí y mañana allí!!

Querido papa ….

A pesar de los años, esta celebración nunca pasa desapercibida, incluso obviando anuncios televisivos o cuando los niños han crecido demasiado para preocuparse de hacer trabajos DIY. Modernidad para definir los tradicionales trabajos manuales de toda la vida que se ven ascendidos de categoría por obra y gracia de un bien sonante anglicismo.

Un día absurdo como tantos otros, cuya invención siempre atribuyo al Corte Inglés, incluso antes de su existencia. Ellos fueron los primeros en comercializar los sentimientos, dando una lección de marketing digna de estudio. El arraigo en el subconsciente es profundo porque, pasan los años y ya son muchos, pero una sigue recordando aquellos absurdo regalos infantiles que tanto costaba terminar con un cierto pase, sabiendo, sin ningún género de duda, que no les dedicarías más de dos segundos de tu tiempo y atención.

Recuerdo anuncios donde aparecían padres que nada tenían que ver contigo: deportistas, hombres maduros con aires de abuelo o elegantes tipos enfundados en oscuros trajes. Siempre tuviste buena planta, como dicen por aquí, y llevabas traje habitualmente pero no era lo mismo, había otra actitud. tal vez fuera el entorno o quizás simplemente nosotras.

Nunca competimos con los trabajos personalizados, eramos conscientes de nuestra falta de habilidad, y para nuestro alivio, pronto llegaron los regalos colectivos, comprados con el patrocinio materno. Ahí aprendimos la importancia de contar con el beneplácito de un buen patrocinador y la necesidad de cuidarlo para mantener el apoyo.

Lo mejor de este día siempre fueron las comidas. Con el tiempo se perdió la novedad que hace décadas suponía comer fuera de casa, el deleite de leer la carta para escoger. Nos sentíamos mayores tomando esas decisiones, responsables de decidir si queríamos arriesgar con algo nuevo o ir a lo seguro.

En algún momento de la animada reunión dejaba de formar parte de la escena para ser mero espectador. Allí estaba mi familia, cada uno con su papel y entre todos formando algo más allá de nombres y posiciones, hablamos de profundos sentimientos. Todo giraba entorno a ti siempre con el humor en la mirada, hábil orador, excelente relaciones públicas pero por encima de todo, admirado padre.

Hace demasiados años de tu marcha pero sigues presente en nuestras reuniones, recordamos ocurrencias y vivencias y contamos a tus nietos batallas sin importancia ni trascendencia que hablan de ti y también de nosotras porque para bien o para mal, poco importa ya, somos tu hoy igual que en breve ellos serán nuestro mañana.

Querido papa ……IMG_2557