Foto: Tommy Ton
Hubo un tiempo en que los bolsos iban emparejados con los zapatos, mismo color y estilo, como máxima de la elegancia. Cualquier variación resultaba impensable. Las mujeres compraban calidad como inversión a largo plazo amparadas en la mínima, cuando no nula, variación de líneas y colores temporada tras temporada.
Foto: Tommy Ton
Más recientemente, como ocurrió con otros conceptos, cambiamos calidad por cantidad. Los bolsos perdieron su clasicismo con la incorporaron de nuevos materiales, la irrupción del color de forma arrolladora y la ruptura definitiva del binomio bolso/zapato. En su condición de complementos acompañaban a las prendas de vestir, verdaderas protagonistas, sin personalidad propia.
Foto: Tommy Ton
En estas últimas temporadas y en las próximas, según las propuestas vistas en pasarela, nos encontramos ante un «Todo vale». Los modelos más clásicos se reinventan y los materiales naturales son reconocidos como valores añadidos. Se incorporan tendencias de moda, lentejuelas, pelo, flecos, bordados, las posibilidades son múltiples igual que formas o tamaños. La imaginación se pone al servicio de los diseñadores que convierten el antaño complemento en protagonista indiscutible de los estilismos más actuales.
Foto: Tommy Ton
Foto: Tommy Ton
Chanel 2015
Chanel 2015