Los complementos son el gran descubrimiento de la crisis. No hace tantos años, era corriente encontrar colecciones de “noche”, “fiesta” o similares. Cuando la dura realidad se impuso, obligó a optimizar cada prenda al máximo y fue entonces cuando bisutería, bolsos y zapatos se erigieron en grandes protagonistas, marcando la diferencia bien por calidad u originalidad. Estas dos cualidades son esenciales a la hora de la comprar complementos, diferente y/o bueno.
Pensado en las fiestas brillos y strass, tanto en blanco como en color, son los reyes absolutos prácticamente en todas las firmas aunque también encontraremos una tendencia de brocados, tejidos muy trabajados con labrados y pedrerías, muy barroco que a tenor de lo visto en las colecciones del verano 2014 tendrán continuidad. Es esta una buena opción en la que podemos invertir algo más porque lo amortizaremos en el futuro: hoy para estilismos más festivos y en primavera serán protagonistas de otros más básicos.
Demos rienda suelta a la imaginación y al exceso.