Algunas cenicientas buscan Louboutin en lugar de frágiles zapatos de cristal,
saltan charcos de Mare y pasan por la vida como la marea.
Su destino es un lugar, en algún mundo, donde cobijen,
miradas sin fronteras,
balas perdidas,
buscadores de perlas
y otras gentes de mal vivir.
Calientan sus almas a la luz de la luna apurando copas,
explorando el universo de las sensaciones,
conquistando palmo a palmo la piel que les envuelve.
Poco a poco se incorporan caras desconocidas alrededor,
la música da la bienvenida a los habitantes de la noche.
Y desde aquí
Brindo por quienes se pasaron al lado sensitivo del mundo,
maestros en el arte de vivir,
románticos en peligro de extinción,
soñadores con insomnio
y toreros de salón.
Brindo por los seguidores de blues, opera italiana,
baladas en cualquier idioma,
clásicos sin escrúpulos e
hijos del Rock and Roll.
A esta ronda, invito yo.